José Ramón Freire

* Director General de la Asociación Española del Amoniaco Renovable (AEAR)

Las tecnologías de producción de amoniaco renovable (si quieres saber más sobre el amoniaco verde o azul pincha este enlace) son uno de los retos de nuestra sociedad, su producción renovable, no solo podría revolucionar la huella ambiental de la industria naviera, sino que es imprescindible para descarbonizar la industria química, una industria que actualmente demanda más de 180 millones de toneladas (80% para la producción de fertilizantes).

El amoniaco es por tanto un producto muy conocido, con logística bien establecida por parte de puertos navieras y armadores, que, por su transporte en estado líquido a bajas presiones y temperatura ambiente, puede abrir el camino a la logística segura del hidrógeno. El proceso consistiría en transformar el hidrógeno renovable en amoniaco (saber más sobre el proceso de Haber – Bosch parea obtener amoniaco del H2) y revertir el proceso en el lugar de consumo si fuera necesario la utilización de hidrógeno.

El objetivo principal de Wärtsilä es facilitar la adopción de amoníaco como combustible marino, alineándose con el cambio de la industria naviera hacia combustibles descarbonizados. El amoníaco renovable es una de las opciones mejor valoradas por los expertos entre los combustibles alternativos debido a su ausencia de carbono en la composición y por lo tanto la eliminación toral de las emisiones de CO2 en la combustión, además de eliminar las emisiones de óxido de azufre (SOx) y reducir sustancialmente las de partículas (PM). El reto es conseguir la adecuada catalización de los gases de combustión del motor para eliminar también las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) , donde ya se han conseguido reducciones significativas frente a un motor diésel. 

El Wärtsilä aprovecha su experiencia de más de 50 años en el manejo de amoníaco a bordo de barcos. Este sistema, meticulosamente diseñado y desarrollado, garantiza la utilización segura y eficiente del amoníaco como combustible marino, incluso en las condiciones del mar más desafiantes. Comprende una sofisticada red de bombas, intercambiadores de calor y sistemas de tratamiento de gases para ofrecer un suministro de combustible estable y fiable al motor. 

Una de las fortalezas clave del sistema radica en su versatilidad, ya que se adapta tanto a embarcaciones de nueva construcción como a proyectos de modernización. Puede integrarse perfectamente en barcos existentes como parte del sistema de manipulación de carga o funcionar de forma independiente como un sistema autónomo de suministro de combustible. Ya sea instalado en buques que transportan gas licuado o en buques con código IGF. En definitiva, desde Wärtsilä argumentan que ofrece una solución flexible adaptada a necesidades operativas específicas.