El amoníaco: cambiando con los tiempos
La industria del amoníaco ha comenzado a mirar hacia el futuro centrándose en el amoníaco azul y verde como parte de la transición energética.
El amoníaco verde se puede utilizar como componente básico para producir fertilizantes para uso agrícola, combustible para motores como locomotoras y barcos, reemplazando el diésel y el fueloil marino, una fuente de combustible para la generación de energía eléctrica y materia prima para aplicaciones industriales y de fabricación, desde la purificación del agua a los productos farmacéuticos.
El amoníaco azul se produce a partir de hidrocarburos donde el CO2 emitido durante la producción se secuestra mediante tecnología de captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS).
Según el Foro Económico Mundial, dado que la producción mundial de amoníaco representa 1,3% de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía, el amoníaco verde podría ofrecer un potencial significativo para descarbonizar el sector agrícola y también podría utilizarse como una alternativa de combustible limpio.
El amoníaco verde depende de la energía renovable y obtiene su hidrógeno del agua y su nitrógeno del aire. Esta forma de producción de amoníaco suele ser más cara, pero se está volviendo más asequible, sobre todo a medida que caen los precios de las energías renovables.
Aparte del importante beneficio de producir menos emisiones, este proceso tampoco depende del gas natural de la misma manera que la producción de amoníaco tradicional (también conocido como “gris”). Esto es particularmente relevante dado que Rusia es a la vez un importante productor de amoníaco y una fuente de gas natural. Las sanciones contra Rusia como consecuencia de su invasión de Ucrania en febrero de 2022 han provocado escasez de fertilizantes y que los precios se hayan disparado.
Alrededor de 70% del amoníaco a nivel mundial se utiliza para fertilizantes, mientras que el resto se utiliza para aplicaciones industriales, por ejemplo, plásticos, explosivos y fibras sintéticas. Se espera que la demanda de amoníaco crezca significativamente en los próximos años a medida que crezca la población mundial.
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